Menos a ti que a ninguna …

Desde adolescente habías decidido mantenerte virgen hasta el matrimonio. La primera vez que nos vimos me lo dijiste y aunque dudé por un instante de tus valores y quise convencerte con el tiempo, el mismo me demostró -y a ti- que no iba a ser sencillo. No era que en ese momento no te quisiera para toda la vida, lo hacía, te deseaba como un loco; más que eso, te quería desde la primera vez que mis ojos se posaron en ti. No lo sé de cierto, digo, nunca antes había sentido eso que a otros les da por llamar ‘amor a primera vista’; pero si algo así existe, tú eras la prueba viviente caminando y contoneándote justo frente a mis ojos. Pasé por mucho, por mucho para que aceptaras salir conmigo, pero eso ya lo sabes. Todo el camino andado nos ha traído hasta este día. Y te ves tan hermosa vestida de novia.

Sé que estás tan feliz que no te importa demasiado mi vestimenta. Aunque mi padre insistíó tanto en que usara el smokin de su boda, yo me decanté por un traje oscuro y elegante, más bien del tipo discreto. Sabía que no debía ser demasiado notorio, hoy es tu día. Y estás tan radiante que no me molesta demasiado que no me pongas atención, amo verte así de contenta con tu familia, tus amigos, tu vestido y tu pastel; los que tú escogiste, los perfectos.

Pero cierta hinchazón dentro de mis pantalones no me deja en paz. Lo dicho, más que linda te ves sensual. Bailas con tanta cachondez y cuando nuestros ojos se encuentran hay tanta lujuria en ambos que no creo poder aguantarme más. No hasta que acabe la fiesta, no hasta que pueda tenerte para mí solo. Necesito poseerte ya. ¡Ya!

Por eso empujo a tu hermana cuando se dirige al baño de mujeres, está tan ebria que ni siquiera se da cuenta. Yo sabía que tú estabas ahí, sola. Tal vez un poco mareada después del brindis y la champagne y los tragos y las vueltas del primer baile. Yo espero un minuto junto a la puerta cuidando que no haya nadie rondando por aquí. Entonces entro, de primera intención no te encuentro pero bajo el cancel de uno de los retretes puedo ver tus zapatos bellísimos y la caída de tu velo sobre ese par de pantorrillas que me derriten.

Pongo el seguro de la puerta para que nadie nos moleste. Camino despacio frente al espejo, esperándote, y provocándote comienzo a hablar:

¿Cuánto dolor debes sufrir? ¿Qué no sientes el fuego que te quema la entrepierna cuando te toco? ¿No te das cuenta de las tremendas erecciones que me causas? ¿Sabes porqué dejas escapar gemidos casi inaudibles cada vez que estoy cerca? Porque me deseas. Me deseas desde el principio, igual que yo. Ahora ya piensas que eres toda una mujer, estás casada, ¿no mueres de felicidad? Pero algo te falta, yo lo sé. Necesitas un hombre, un hombre que te enseñe los placeres de la carne, del cuerpo. ¿Crees que he esperado tanto tiempo para hacerte el amor delicadamente? ¿Crees que me voy a conformar con saberte mía para siempre? Ahora, sal o entro por ti.

Lo sabía, sabía que saldrías por tu propio pie, con los ojos inyectados de deseo. No sé qué esperabas de mí en ese momento, un abrazo o una promesa más de amor eterno, pero lo único que obtendrás será un orgasmo espectacular, el primero de tu vida y el que recordarás por siempre.

Sin que te lo esperes me lanzo hacia ti y te tomo con fuerza de los brazos, con violencia te pongo boca abajo sobre el lavamanos, levanto tu vestido y así, apartando de un jalón tus bragas, sin preguntarlo ni advertirlo te penetro desde atrás. Tú gimes y te retuerces, es tu primera vez y aunque la estás disfrutando, sientes la necesidad insatisfecha de ver directamente a los ojos de tu amante, de tu atacante. A mis ojos. Tu cuerpo dolido por manos que no pueden ser tuyas, no puedes tocarme y el placer que sientes te desespera. Quieres abrazar, apretar, besar, pero no te lo permito. Mi pene profanando un sexo que jamás prestaste te provoca placeres que otro jamás podría. Recorro tu cuerpo de forma brusca y salvaje, muerdo tu espalda como quien muerde un pedazo de carne, aprieto tus senos que se hinchan de dolor mancillando tu feminidad.

Jalándote el pelo te levanto la cabeza. El espejo del lavamanos no te permite ver mi cara, pero si la vieras te darías cuenta que mi expresión denota una mezcla de placer y furia. Penetro la fuente de tu éxtasis y te pierdes en la pesadilla que esta noche he creado. Yo abro la llave del agua para intentar acallar aunque sea un poco los gritos y gemidos que tu boca abierta deja escapar. Junto con tu placer llega el mío, desde mi pene se desprenden las oleadas orgásmicas y entonces me vengo, dentro de ti, sin dejar escapar ni una gota; tu sexo me succiona como si quisiera que me quedara dentro por siempre, me chupa, me drena.

Me salgo de ti y sin decir palabra me arreglo los pantalones dejándote sola. Extasiada pero con un sentimiento de culpabilidad enorme que te pesa, mucho más que la vergüenza que te va a provocar el regresar a la fiesta con esa pequeña mancha roja de sangre que quedó al frente de tu vestido.

¿Sabes una cosa? Estoy seguro de que vas a ser inmensamente feliz con tu marido, no me cabe la menor duda de que es un buen hombre. Sin embargo, también sé que volverás a buscarme, pero así como tú me rechazaste en innumerables ocasiones, ahora yo voy a darme el lujo de decidir con quien coger y en mi horizonte están todas menos tú. Y créeme, créeme de verdad que cuando te ignore por la calle, cuando no devuelva tus llamadas ni tus mensajes, no es porque haya dejado de desearte, una mujer como tú es siempre deseable. La diferencia es que esa, esa no eres tú.

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Luisz

Autor: Luisz

No soy un sapo ...

11 opiniones en “Menos a ti que a ninguna …”

  1. WOA!!!!!!!!!!!
    No, no mames, no la veía venir, estuvo chingón, hasta me dieron ganas de cogerme a una novia en la fista de su boda, jajajajaja.

    Lo único que me causa ruido pero la verdad no estoy seguro es el uso de los tiempos en: Por eso empujo a tu hermana cuando se dirigía al baño de mujeres, está tan ebria que ni siquiera se da cuenta. Yo sabía que tú estabas ahí, sola.
    Específicamente me causa conflicto el empujo y el dirigía, según yo debería ser: Por eso empujo a tu hermana cuando se dirige al baño de mujeres, está tan ebria que ni siquiera se da cuenta.

    Fuera de eso estuvo muy bien, excitante y un final de sorpresa.

  2. Hey partner! aprendiste que los finales inesperados venden más que los relatos previsibles ah?

    Me gustó.

    Pero hay bajones cuando dices «sexo» en lugar de vagina.
    Y aparte, tú me dijiste que las blue balls no eran eróticas, lo mismo te digo ahora con respecto a la primera vez de una mujer, está sobrevaluada, no se disfruta, no gusta, no sabe uno como mujer todavía qué le gusta, cuál es el punto en el que estalla, DUELE UN PUTA MADRAL, uno está rogando más porque el nene se salga que porque esté aguantando seis horas antes de venirse.
    ….. Me hiciste recordar mi catastrófica primera vez y quizás eso sea lo que me apagó rotundamente. :S

    Pero, en general, el momento en el baño sí, cumple con la seducción para los hombres.. como mujer, me quedo con el baño de quien te recomendó. 😉

    Y…. muero de curiosidad, ¿Cuánto tiempo duraste escribiéndolo? jaja.

    Abrazote chamaco!

  3. El texto fue genial, muy inesperado final, erótico desde el principio y muy bien redactado.
    ¡Felicidades!

    Aunque me hubiera gustado que hicieras algo con las monjas vampiro lesbianas adolescentes.

  4. WWWOOWWW!
    Coincido un poco con Jess en lo de la primera vez, pero como este escrito está dirigido a los hombres… de cualquier manera, la historia es buenísima, el final inesperado y sí, me puso un poco mal…jeje

    Aich! y no sé pero me imaginé que los zapatos bellísimos que asomaban por el cancel eran rojos… jajaja….ideas mías…

  5. Yair: Tienes razón, no hay excusa ni pretexto, fui un necio. En realidad lo había escrito todo en pasado y después lo cambié, se me fue uno. Espero que los dioses temporales puedan perdonarme. ¡Gracias!

    Jess: Es que eres abogada… En realidad el relato ocurre en el futuro lejano y el tipo es un cyborg vuelto al pasado con el solo fin de cogerse a una novia el día de su boda, no sé cómo no lo notaste, está muy claro. El punto es que, al cyborg del futuro no le importa lo que ella esté sintiendo, sólo le importa su propio placer y si su placer implica que ella sienta placer -y dolor y vergüenza-, bueno, lo pensará, y lo dirá. Stalker mind. Aaaah, lo escribí en un par de horas, pero lo pensé días y tardé dos días corrigiéndolo (y aún así se me escaparon cosas).

    Dib: Gracias, no se me olvida lo de las monjas, pero creo que Yair es el más indicado para eso.

    Elphaba: ¡Me gusta la idea de los zapatos rojos! Aunque debo aceptar que en mi mente estaban otros. Pero ahora se me antojaron los rojos.

    la chida: ¡Chido!

  6. Sorpresivo y sorprendente.

    «Aunque mi padre insistíó tanto en que usara el smokin de su boda, yo me decanté por un traje oscuro y elegante, más bien del tipo discreto. Sabía que no debía ser demasiado notorio, hoy es tu día.»

    No se. Por lo general el papa ofrece su smoking al hijo que se casa… no? bueno, no me hagas caso, solo eso me desconcertó al llegar al final…

    El cual no me lo esperaba…

    Felicidades loquito hermoso!

  7. No partner, no te sale como a mí.

    Mejor suerte para la siguiente. 😛

    Y oye no, el dolor es placentero, pero NUNCA el de la primera vez femenina.

    Si fueras mujer, lo comprenderías.

    ASH contigo pues!
    😛

  8. Hijole.
    El relato me gustó. El giro al final está muy coherente y bien armado… el desquite en toda la extensión de la palabra.
    Lo que me gustó más son precisamente los comentarios que se desatan y la proyección de cada uno. Me explico: el texto me encantó, no sabría decir si está muy cachondo, porque yo tengo conflictos personales en encontrar erótico algo violento (o pseudoviolento ;))… y el tema de la primera vez hace que todos se descubran jajaja.

    Bien hecho.

  9. Puedes creer que no había leído esta historia? con eso de que la pagina no estaba disponible se me olvido la existencia de este relato.

    ya se me hacia muy poco tierno para ser el novio aunque debo confesar que como ya leí tu novela… pues ya la veía venir.

    Con que reciclando eh!

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