No me gusta recordar el pasado.
Pero éste, se empecina en hacer acto de aparición a cada instante.
Lo encuentro en cada esquina, en cada prostituta, en cada carro que arranca, en cada edificio, en cada mirada que se atraviesa en mi camino.
Antes de casarme con la “mujer de sociedad” que me impusieron mis padres, conocí a Sofía.
Podría olvidar en casa mi licencia, mi pasaporte, mi tarjeta golden, o hasta las llaves de mi casa, pero nunca podría olvidar su fotografía. La llevo siempre conmigo.
Éramos dos jóvenes.
Sí, sólo un par de idiotas irracionales.
La primera vez que la ví estaba en esa esquina, por la que acabo de pasar en mi cadillac.
No era una meretriz cualquiera.
Desquitaba cada cero de los billetes que yo le entregaba al partir de la habitación.
Yo sabía que moría del asco al besarme y al sentir mi cuerpo… pero después, la hora pagada se extendía por mucho tiempo más.
Le gustaba fornicar con todas las luces prendidas.
Sabía su perfección anatómica y le gustaba observar su cuerpo en los espejos colocados en el techo del cuarto.
Recuerdo esa noche en que mi irracionalidad llegó a ser mi única directriz.
Ambos caminamos al hotel acostumbrado.
Antes de llegar, un gato negro se cruzó en nuestro camino.
Esa fue la primer señal, pero ninguno de los dos creíamos en la mala suerte.
Así que proseguimos hasta llegar a esa vitrina en que se encontraba un maniquí modelando una estola. Para mi gusto, era demasiado vulgar el color y el corte, pero Sofía pensó que un simple accesorio la haría ver como una “mujer bien”, así que se la compré.
Llegando a la habitación, no permitió que la tocara, ella inició un ritual demasiado sensual frente a mí mientras sus ropas caían, hasta que al final únicamente se quedó con la estola puesta.
Nunca me he sentido tan excitado.
Me pidió que le ofreciera una suma muy grade de dinero a cambio de poseerla, yo metí mi mano en el bolsillo y lo primero que encontré fue un viejo denario que iba a formar parte de mi colección de monedas antiguas. Sofía lo vio y me dijo que eso era basura, no valía la gran cosa y a cambio de él, sólo me daría una de las tantas plumas de ave de las que se encontraba constituída su estola.
Yo asentí. Nunca la había visto sonreír hasta ese momento.
Tomé mi pluma. Y ella tomó su moneda.
En ese momento supe que ella era –la mujer—para mí.
No hubo sexo, sólo nos acostamos uno al lado del otro y no recuerdo en qué momento perdí el conocimiento.
Desperté a la medianoche y Sofía no estaba a mi lado, sonó el teléfono, y era ella, recuerdo su voz perfectamente, parecía tan feliz, me propuso escaparnos y dejar atrás todo, yo sonreí, iba a contestarle, pero ella no me lo permitió, a manera de burla me dijo que se encontraba en la caseta telefónica ubicada enfrente del hotel, que si mi respuesta era un “sí” prendiera todas las luces como cuando la cogía, y si mi respuesta era un “no”, simplemente continuara durmiendo, terminó con un “así que tu respuesta es…..”, y colgó.
Me tiré en la cama sonriendo, ella era todo para mí, esa llamada telefónica que acababa de recibir era el mejor momento de mi vida, sólo que la lámpara había hecho falso contacto, y no encendió, fui hasta la entrada del cuarto y tampoco encendió la luz, me dirigí al baño, al tocador, a la cabecera de la cama, y ninguna estúpida luz encendió, no sé cuánto tiempo transcurrió en lo que me puse el pantalón, bajé corriendo los 13 pisos que me separaban de la recepción, atravesé corriendo la calle hasta llegar a la caseta telefónica, y no encontrar a nadie, sólo una nota que decía: “A partir de hoy, ya no soy Sofía, sino Isabel. Volveré por mi pluma y te entregaré tu moneda.”.
El mismo denario, que encontré colocado a un lado del cuerpo inerte de mi esposa.
Es hora de que yo también entregue esa pluma.
oye, que cuento tan padre, retomaste la espiral que habiamos dejado tirada.
Es de esos cuentos tristes.
Así que Isabel era una prostituta ¿eh?
Jojojojo, tiene razón Simbad, es un cuento triste…
Poco a poco se comprende el porqué de las cosas.
«No podemos tener lo que queremos, en el momento en que lo deseamos»; un relato bastante chido para iniciar la semana.
y la moraleja del cuento es:
«ala otra vete a un motel de un solo piso»
Un buen cuento esa la Jess
vaya!!, me gustó bastante… sólo al final no entendí lo de la esposa 😛
excelente cuento para iniciar la semana. Me gustó bastante y en verdad no ha dejado de ser el mismo cuento que hemos estado contando.
Muy bueno!!!!!
me pongo de pies kedo excelente…
me kito el sombrero, nada vulgar con muchisisimo estilo, wow!!me encantó!!!! (obvio sólo las niñas podemos hacer eso;))
jess creo que por fin me hiciste comprender lo triste de las cosas… se vuelve extraordinario en algun momento… si es triste pero maravilloso
tu pluma es maravillosa partner
¡Yo sabía que tu contribución a la historia debía ser buena!
Fue triste, pero muy buena. Me agradaron los elementos narrativos de tu escrito. Y sí, concuerdo con Samuel. Un motel de trece pisos resultó trágico. Hay que entrar a los que sólo tienen un planta, jajá.
lei los dos primero parrafos.. bravo!!… ahm. mañana leo el resto jo.
Excelente ésa. Me acabas de dar una idea: Cuando yo proponga algo así, para la opción «fugarse conmigo» daré cinco opciones.
Muy bien, me gustó!!
Buena historia, pero me perdí con la esposa muerta.
…V_V
Siempre te lo he dicho pero tú no me haces caso. Eres una escritora con gancho e ingenio. Te lo dice uno que lleva años escribiendo. ¿Tu relato? Genial. Pero sé que todavía puedes dar mucho mucho más de ti, lo que se te antoje. En el fondo te pareces en algo (por eso la has creado) a la protagonista de tu cuento, pero claro, tú no eres meretriz sino princesa. Repito: Excelente!
Wow…
Excelente, quedo estupendo como todo lo que escribes.
Saludos…
Agradezco sobremanera todos los comentarios tan gentiles de su parte!!
Un agradecimiento público al capitán del blog por haberme tomado en cuenta para invitarme a formar parte de este INCREIBLE equipo, sin toda la colaboración anterior, simplemente no hubiera podido escribir el capítulo del primero de Diciembre.
Veremos qué acontece con los personajes…. (suspenso) (ovación)
Agradezco los consejos de los escritores que me llevan mucha delantera, voy a pulir mi estilo, cómo no!!
y para Silvia y Rex, mmm para saber acerca de la esposa muerta, sólo tienen que ir al primer post de este blog, y si les da flojera hacerlo ja, la historia inicia cuando Isabel mata a alguien, ampliamente recomendada la visita por allá y por las demás entradas que de igual manera se relacionan y entrelazan todas las entradas.
De verdad, me alegro haber podido provocar un sentimiento a todos ustedes, la intención de todas las historias de blog, es precisamente ésa.
un fuerte y efusivo abrazo!!!
woooow!! pero que cuento tan chido!! un diez 🙂 espero sigas avisando cuando escribes…
lale
iba a venir desde la señorita pelo, pero siempre lo iba dejando y aquí estoy
no sabía que tú también andabas por aquí, jess
beso