Un sueño eterno

Salía de ese lugar, ¿una iglesia quizá?, antes de ser vomitada a la calle se detuvo para observar el cielo, un marco agrietado, una decoración demasiado cargada, y esas puertas de madera enormes con vírgenes de miradas castigantes, un viento frío recorrió su espalda y recordó que estaba desnuda, tan solo una sábana la cubría pero no la protegía de esa sensación avergonzante de encontrarse sin ropa.

Tenía que regresar a casa, evitar que la gente la viera así, desconocía que tan lejos estaba su hogar pero seguía avanzando, de manera que iba avanzando, la cantidad de gente que la seguía para verla se volvía estúpidamente mayor, algunos tomaban fotos con sus celulares, otros reían o intentaban tirar de lo poco que la cubría.

Seguía caminando pero todo se veía igual, era más difícil avanzar por la gente que la empujaba, esa sensación de ser violada con la mirada se volvía casi real y al mismo tiempo sentía nauseas, temblor de piernas y el pánico comenzó a invadirla, comenzó a correr, sin abrir los ojos, sin escuchar los gritos de la gente.

Abrió los ojos, de nuevo ese marco agrietado, esas vírgenes de miradas castigantes y el pánico se desvaneció, ¿que hacía ahí de nuevo?. Salió de nuevo, comenzó a correr, ahora la gente no le veía, parecía que era invisible, después a su paso salió una cara familia.

-¿Como estás? hace tiempo no te veía, ¿como está tu familia?
– Todo bien- musitó al tiempo que detenía las telas intentando fingir normalidad
– Pero cuéntame…

No escuchó más, de nuevo empezó a correr, cerró los ojos y siguió adelante, se detuvo al sentir el silencio y abrió los ojos, ahora las lágrimas empezaron a correr por su rostro, ¿es que nunca podría salir de este lugar?, de nuevo esas puertas estúpidas, se dejó caer al suelo, se cubrió lo más posible y mientras lloraba se refugió en una de las puertas.

Han pasado los años y esa mujer sigue ahí, una que otra vez le ven corriendo en círculos alrededor de la iglesia «aventurándose a escapar», gritando histérica pidiendo ayuda y volviendo a entrar llorosa para abrazarse a una de las puertas.

Ella no sabe si eso es un sueño en el que se quedó atrapada o si algún día podrá despertar, tan solo espera…

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Autor: Lorena

Soy lorena, escribo en HD-B y en otros blogs, estoy en el internado de la carrera de medicina, tengo 21 años y soy del Norte; me gusta leer, cocinar, comer, dormir, dibujar y escuchar música. Me dan miedo los perros y los objetos peligrosamente afilados.

7 opiniones en “Un sueño eterno”

  1. me gusto mucho!!! aún no entiendo el sentimiento ke me provocó, pero es muy linda!!!

    pero.. yo no puedo ver la imagen!!! whyyyy???!!!! WHY???!!!!!!!!
    :'(

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