Cuenta la leyenda, que en aquellas épocas de la colonia, un joven usurero estafador y criminal, encontró la muerte en un callejón que desemboca en la av. Río Mixcoac. La gente, al no querer saber quién ni por qué lo había asesinado, dijeron que era cosa del Diablo, pues estaba terriblemente desfigurado y mutilado.
El Diablo solía esperarme cada noche de noviembre en el mismo lugar, con un libro diferente a discutir. Un mes con el Diablo. Continuar leyendo «Tertulia en el callejón»